Esta tarde he ido a Castalla y me ha llamado la atención el olor que se notaba al pasar por la puerta este taller, sin ningún letrero ni marcas aparentes.
Me he asomado y lo que he visto me ha parecido muy adecuado para compartirlo con vosotros, que sois tan juguetones.
Como sabeis (y si no lo sabéis, aquí estoy yo), Castalla da su nombre a la comarca de Alicante llamada La Foya de Castalla, integrada además por Ibi, Onil y Tibi:
Son tres pueblos con una actividad industrial muy importante y muy particular, ya que, entre otras cosas, su producción de juguetes forma un porcentaje muy elevado del total nacional.
Por eso no me extrañó ver esto detrás de la puerta azul del taller:
El olor era del plástico fundido con el que inyectaban los moldes para hacer estas cabezas de muñeca. Es muy frecuente que las fábricas grandes subcontraten algunas cosas a talleres más pequeños, incluso a amas de casa que trabajan en sus casas el tiempo libre, por ejemplo, poniéndole los ojos a cabezas como estas.
Unos metros más arriba, en la misma calle, me encontré con este ejemplo del diseño gráfico local de otra época, que integra con sutileza y claridad la actividad que se desempeña, la alegoría deportiva y una referencia clara a sus preferencias en las fiestas mayores, que como en muchos pueblos de Alicante son los Moros y Cristianos. Me alegro de que se haya conservado para disfrute de los viandantes como yo.