Paseando por Fukuoka, en el parque que hay enfrente de Canal City, nos encontramos con un jugador de billar que no era el primero, ni el segundo, sino el tercero del campeonato de billar a tres bandas de Kyushu.
Era un tío muy simpático, que estaba aprendiendo español por su cuenta, con una libretita y un traductor de esos de Casio.
Aqui lo veis, con la maquinita en la mano, mientras Carlos le sujeta el taco.
El taco en sí era un señor taco, vamos, profesional del todo: finito, desmontable… Carlos se lo quería cambiar por la botellita de agua que llevaba en el bolsillo, pero no coló.