Nada que contar de este mes que ha pasado en el que todos o casi todos hemos estado de vacaciones. Bueno, la fuente ha seguido trabajando a pesar de las elevadas temperaturas, que puede soportar gracias a los chorros de agua que la han acompañado.
Bueno, a decir verdad, este palomo tampoco se ha ido de vacaciones. Se ha quedado a hacerle compañía a la señora del cántaro.
Feliz regreso a todos.
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Plaza de Correos, Agosto 2011
Hace un mes que no he publicado prácticamente nada.
Hay un motivo muy especial que me ha tenido muy entretenido y no he estado concentrado como para hacer fotos y ponerme a esto.
Pero el tradicional artículo mensual de la Plaza no lo podía dejar pasar, así que aquí está.
En esta época del año es frecuente que haya tormentas espectaculares.
Lo mas cerca que hemos estado últimamente ha sido un día que se puso el cielo muy negro.
Parecía que iba a romperse y darnos un buen espectáculo.
Pero no cayó ni una gota. Eso si, la oscuridad fue tal que las farolas se encendieron como si fuera de noche.
Por lo demás, poca cosa. A la fuente le sienta muy bien el sol intenso con altos contrastes que realzan su color.
Y sigue siendo muy refrescante ver a los compañeros de la aguadora, con su inacabable chorrito de agua (para eso es una fuente ¿no?).
Y el tono de las hojas, tan intenso, ayuda mucho a esa sensacion.
Plaza de Correos, Julio 2011
Estamos en la época de las buganvillas.
Es la flor que mejor le sienta a la fuente.
Incluso al señor fauno, siempre con su mal genio, le favorece esa especie de peinado.
Pero esta vez le han dado motivos para estar cabreado, ya que ¡Han secuestrado toda la plaza!
La rodearon con una cerca metálica completamente.
Y en algunos sitios cubrieron la reja con una tela plástica negra.
Desde luego, si pretendían ocultar algo, por ahí poco vamos a ver.
Durante toda la semana de Hogueras ha estado dedicada a complacer a unos cuantos.
No se han privado de nada: generadores eléctricos, contenedores de basura, váteres ambulantes… Todo lo que se necesita en una fiesta.
Eso si, ya que hay contenedores, se puede tirar la basura al suelo, que si vienen a vaciar los contenedores, ya lo limpiaran.
Menos mal que ya ha vuelto la cordura y han quitado todo. Y lo único que hay que limpiar son las hojas que el ficus deja caer todos los días.
Plaza de Correos, Junio 2011
Las hojas crecen a marchas forzadas y en sitios insospechados, como alrededor del agujero del tronco del olmo
Todos los arboles están en su máximo de hojas, casi cubren la plaza completamente.
Hasta el señor ficus parece tener brotes nuevos de un verde brillante.
Pero desde ciertos ángulos, aún se puede ver la fuente, aunque hay que subirse a lo mas alto.
Eso si, aunque la mayor parte de los días hace sol y buen tiempo, a veces llueve y vuelve a parecer invierno. Eso es lo que tiene la primavera.
Ya le han quitado las vallas al edificio de Correos, la restauración no será a gusto de todos, pero le da a la plaza un aspecto mucho mas elegante.
Pero lo que mas me ha gustado del mes ha sido la visita de dos personajes ilustres y entrañables al mismo tiempo, que vinieron a Alicante a un acto muy especial y no quisieron irse sin pisar la plaza. La pena es que el Bar Correos estaba cerrado y no pudieron conocer a Lola. Ya tienen un motivo para volver, y saben que son bienvenidos.
Para compensar, el gran Capitán demostró que, si bien el tamaño importa, todo es cuestión de escala.
No dejó de prestar tributo a la dama de la fuente de la mejor manera que se le ocurrió: imitando al fauno, aunque él no es tan malo.
De camino a mi trabajo #40
Lo iba a incluir en la entrada de este mes de la Plaza de Correos, pero vale la pena ponerlo en una aparte.
En la acera norte de la plaza hay una serie de edificios, casi todos del mismo tipo, con balcones de forja.
Hay un par o tres de excepciones, una de ellas el que tenía en el primer piso la Sastrería Pardo, en su tiempo, una de las de referencia en Alicante.
Hace bastante tiempo que cerró, pero sigue el rótulo de la fachada, con un estilo inconfundible.
Parece que el edificio está a punto de ser restaurado o derribado. No se si se encuentra protegido de alguna manera o si tiene algún valor histórico o artístico, pero me gusta el contraste de las líneas rectas y sencillas de la fachada con esos cuatro elementos que parecen soportar los miradores.
A ver si aguanta.