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Jun
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De camino a mi trabajo #30

En la Calle Rafael Terol, muy cerca de la Plaza de Correos, hay una tienda muy antigua que ahora se dedica al mantenimiento de máquinas de escribir y venta de material de oficina.

Tienen un escaparate dedicado a la venta de máquinas de escribir de segunda mano con verdaderas gangas:

Por 60 euros te puedes llevar la Olivetti Lexicon 80 de aquí abajo, compañera infatigable de multitud de funcionarios y secretarias. Seguro que si alguna vez has ido a una academia a aprender a escribir a máquina la has usado.

Por algo mas de dinero, te llevas algo mágico: una Olympia Monica De Luxe que en menos de 40 cm. de ancho te proporciona un carro de 90 cm. ¿será extensible?

Pero la última es mi favorita: una Olivetti ET Personal 55. Una portátil por 35 euros que me parece una alternativa muy válida al iPad, y mucho más barata.

De hecho, además de todas esas caracteráiticas que indica el anuncio, tiene las tres cosas fundamentales del chisme ese de Apple:

1-Es portátil: ideal para el hogar y la calle.
2-Sirve para escribir: imprescindible para los blogeros y twitteros.
3-Dispone de una superficie plana y dura para apoyarse al cortar con el cutter: lo que quieren los diseñadores gráficos.

¿Quien va a pagar ahora esa diferencia de precio? Pues a darse prisa, que parece que no hay muchas.


4 Responses to “De camino a mi trabajo #30”


  1. 4 junio 2010 at 18:13

    Me encanta la segunda. En cuanto a la tercera.. Justo ayer hablaba con mi padre sobre máquinas de escribir electrónicas, ¡todo un lujo! Me encantan. Aquí tengo una grande de oficina, y en Madrid tengo dos, más antiguas, una de ellas portátil. No te sabría decir los modelos. Una maravilla.

    • 4 junio 2010 at 18:48

      Pues ya haré una entrada sobre el Museo de la Técnica de Figueras. Esos si que tienen máquinas de escribir antiguas…

  2. 3 josele73
    5 junio 2010 at 13:05

    En mi casa tenemos 2 OLYMPIA que usaban mi padre y mi abuelo. De esa tienda venia un técnico a casa para limpiarlas y ponerlas a punto

  3. 10 junio 2010 at 14:09

    Yo recuerdo haber usado máquina de escribir para un par de cosas del cole. Supongo que más o menos a partir de mi generación se habrá perdido el uso por necesidad, y han pasado a ser fundamentalmente parte de TLQM.


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