Paseando por Fukuoka, en el parque que hay enfrente de Canal City, nos encontramos con un jugador de billar que no era el primero, ni el segundo, sino el tercero del campeonato de billar a tres bandas de Kyushu.
Era un tío muy simpático, que estaba aprendiendo español por su cuenta, con una libretita y un traductor de esos de Casio.
Aqui lo veis, con la maquinita en la mano, mientras Carlos le sujeta el taco.
El taco en sí era un señor taco, vamos, profesional del todo: finito, desmontable… Carlos se lo quería cambiar por la botellita de agua que llevaba en el bolsillo, pero no coló.
Si es que esta gente, cuando se aficiona a algo, hacen inversiones de fliparlo. Si es billar, se compran los mejores tacos; si es tenis, la mejor raqueta; si es futbol, las mejores botas, la mejor equipación… Menos mal que no son muchos los que se aficionan a coleccionar Rolls Royce’s
Parace un personaje muy entrañable. Aunque le veo un poco chungo lo de aprender el castellano con la maquinita 🙂
Jajaja, vaya taco tenía el tío! nunca había visto nada igual, nos dijo que estaba hecho a mano con las maderas de más alta calidad, igual que la cuerda que enrollaba la parte final. También nos reveló el secreto para ser un gran jugador de billar, la posición de la mano al apoyar el taco.
@oaby Desde luego, el taco, como dice Carlos, era impresionante.
@prognatis No solo con la maquinita: llevaba una libretita con un montón de apuntes, frases, etc. Un personaje.
@CarlosVidal Nos faltó decirle que eso de ser medalla de bronce era poco para él y su taco, que debería haber hecho trampas y ser medalla de oro por lo menos.
Benditas maquinitas de Casio. Si tuviera el teléfono directo, llamaría directamente al Señor Casio para decirle vía teléfonica que le beso los pies, la de problemas que me ha resuelto a mi el diccionario electrónico.