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Benalua #03

Ayer vimos el lío que tienen con el nombre de la calle Pardo Gimeno (o Jimeno).
Y en esa calle, debido a los sitios por donde pasa y a ser relativamente larga, hay de todo.
Por ejemplo, bares (que estamos en España, oiga). Aquí van unos cuantos.
Para empezar, un nombre clásico que no deja lugar a dudas de dónde está el bar:

Mejor sería haberle puesto «El Chaflán» para ser mas exactos ¿no?
Pero este es mejor aun:

También habría sido mejor llamarlo «El Chaflan-Cico», pero suena mejor así.
Y otro que tiene nombre descompuesto es este:

A lo mejor el dueño se llama Tito y todo. Me gusta el menú, aunque lo de las pulgas me mosquea un poco.

Y para terminar, frente a los juzgados está el mejor nombre de todos. Ademas, la persiana está pintada por Héctor, el mejor decorador de persianas de Alicante y del resto de la galaxia.

¡Que la truña te acompañe!


7 Responses to “Benalua #03”


  1. 12 diciembre 2010 at 17:39

    ¡Cómo corre la truña para escaparse del café! XD

  2. 12 diciembre 2010 at 23:00

    Muy bueno el dibujo de la cafetería Truña.
    Desconocía la palabra chaflán. Nunca te acostarás sin saber una cosa más 🙂

  3. 3 Mª Elvira
    12 diciembre 2010 at 23:22

    Este tambien me ha gustado, y lo mejor la persiana es genial.

  4. 4 SILVIA
    13 diciembre 2010 at 0:27

    Jajajajaja pues no es por nada pero la Truña esta no sera la mujer del Truño? jajjajaj y ya todos sabemos lo que hace un truño jajajaj.
    Muy chulo Jose me ha gustado me he reido

  5. 5 Pau
    13 diciembre 2010 at 14:44

    Esta zona de Benalúa no la conozco tan bien como la plaza. Allí vamos con Teo a jugar al parque.

  6. 6 Mari
    13 diciembre 2010 at 18:20

    Hoy puedo llenar la tarde de buenos recuerdos de Benalua, pero lo mejor es el momento que estoy viviendo ahora. Me han quitado una garrapata y soy feliz, me duele un poco pero enseguida me voy a poner betadyne que no pica y cura. La garrapata me ha chupado un poco de sangre, digamos bastante, además la garrapata incaba sus patas de malas caras, gritos, y pellizcos, sus patas llegaban hasta el cerebro y me aturdía. La garrapata me ha enseñado a que tengo que alejarme de los lugares que no me convienen, solo me conviene estar en lo mío.
    Nada de despistarse Mari… ver, oír y alejarse de las malas compañías.


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