Después de la larga y mas bien fría primavera, parece que se acerca el buen tiempo en Alicante.
La luz del sol se deja notar con esa intensidad tan típica de nuestra tierra que casi obliga a cerrar los párpados un 80% de media. Esto último lo he leído por aqui.
Ya empiezan a florecer las buganvillas de las pérgolas, lo que ademas de dar sombra, pone la habitual nota de color.
Ya se ven paseantes sin rumbo fijo que disfrutan del clima.
Incluso hay algunos que se sorprenden con las dimensiones de los ficus.
Y no faltan los palomos que, ajenos a todo, siguen refrescandose en los charcos.
Una de las novedades es que se esan terminando las obras de rehabilitación del edificio de la sastrería Pardo, que empezaron hace mas de dos años, como ya se vió en esta entrada del blog.
Aunque ha desaparecido el rótulo luminoso donde ponía «PRADO» en vertical y «sastrería» en horizontal, han mantenido y restaurado el que está sujeto a la fachada, que le da mucha personalidad a la fachada. Enhorabuena al responsable.
Esto puede ser un indicador del principio del fin de la crisis.
A ver si es verdad.