El tiempo pasa volando, y octubre, con todo lo que me ha traído, ha sido más rápido si cabe. Quizá por eso la plaza no ha cambiado mucho.
El mes pasado anunciaba que ahora ya se deberían ver hojas amarillas, y la verdad es que algo hay. Aunque hay que fijarse, ya que solo se nota en sitios concretos mientras que en otros siguen tan verdes como hace un mes.
Esperemos que las cosas sigan por su cauce normal y que durante este mes se produzca el cambio, que ya va siendo hora.
Por lo menos lo que no debe cambiar no cambia. Y si no, que se lo digan al papá ficus:
Sus hojas siguen con ese precioso y profundo color verde. Como algunas palmeritas de la esquina opuesta.
¡Tengo que encontrar esa plaza! Cada vez me gusta más.
Noviembre, noviembre.
Manga larga.
A ver si es verdad, que en octubre no ha hecho falta.
Noviembre y en manga corta… un poquito de frío por favor, que estamos sudando la gota gorda todavía.
hola jose,
en un par de días leyendo me he hecho fan de tu blog.
me parecen muy interesantes ciertas reflexiones y me encantan las fotos, sobre todo las de la plaza de correos.
un saludo.
Bienvenida y muchas gracias por comentar.
Me alegro de que lo hayas encontrado y de que te guste.
Espero que sigas comentando.